A un comensal se le conquista por la vista. Unos platos bonitos, llenos de sabor y que sorprendan. Pero para hacer una buena presentación es fundamental que la vajilla esté perfecta. ¡Qué brille y que luzca siempre como el primer día!
Por eso, es importante contar con un buen lavavajillas industrial, que consiga que el nivel de brillo, limpieza y estado general de tu vajilla sea óptimo.
¿Sabes cómo funciona un lavavajillas industrial?
El proceso es sencillo. Introduces la vajilla sucia, eliges el programa y… en unos minutos sale todo reluciente. Pero dentro, ocurren muchas más cosas. Los ciclos de lavado, a diferencia de un lavaplatos doméstico, son mucho más cortos.
Las fases de los lavados son 3:
- Pre-calentado, la máquina se prepara para el lavado e irá calentando el agua.
- Lavado, agua a presión y temperatura y jabón adecuados.
- Secado/abrillantado, fase final.